El Papa recibió a los integrantes de la Secretaría de Estado, que colaboran con el “Romano Pontífice en el ejercicio de su suprema misión” y los exhortó no dejarse contaminar “por las ambiciones y antagonismos”, sino al contrario, a ser “una verdadera comunidad de fe y de caridad, ‘de hermanos y de hijos del Papa, que se desviven generosamente por el bien de la Iglesia”