El Papa Francisco, en su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, nos pide que nuestro propósito para la Cuaresma debe ser el de cultivar miradas abiertas a Cristo, ser buscadores de la luz de Jesús, en la oración, escuchando la Palabra y mirar a los demás a los ojos, ver la luz de Dios en todos sin excluir a nadie: en los allegados y en los desconocidos