La última parada del intenso domingo de León XIV fue en la basílica de Santa María la Mayor para un acto de veneración al icono mariano conservado en la Capilla Paulina. El Pontífice se detuvo en oración y luego le entregó un ramo de flores. También oró ante la tumba del Papa Francisco allí sepultado. Por último, asomado desde el balcón de la Basílica, saludó a los fieles: «Caminemos juntos como única familia de Dios».