Francisco mantuvo un encuentro con los chicos de la Acción Católica italiana. A ellos les exhortó a vivir el aniversario del nacimiento de Jesús como «la buena noticia» que cada año trae «novedad al alma y al corazón»: no pierdan la capacidad de asombro y sean solidarios con tantos jóvenes que sufren hambre, guerra y enfermedad, especialmente los de Ucrania