Monseñor Kmetec narra a Vatican News la tristeza profunda al recibir la noticia del terre3moto que ha dañado la catedral de Iskenderun, donde años atrás él mismo ha trabajado. Y expresa su preocupación por las carmelitas de Alepo: “Quién sabe si están vivas”. Mientras tanto, durante los trabajos sinodales, los delegados han mostrado solidaridad por Anatolia y Siria, ya “mártir de la guerra”.