El profesor que operó dos veces a Francisco habló con los medios vaticanos el día en que el Pontífice fue dado de alta del Hospital Gemelli: «No tengo ninguna preocupación por su salud. El corazón y los análisis de sangre darían envidia a muchos cincuentones. Sólo espero que limite los compromisos onerosos para el abdomen’. ¿Los viajes? Cuando terminen los procesos de cicatrización podrá hacerlos mejor que cuando los había programado».