Redacción Central, 09 Jun. 23 (ACI Prensa).-
Importantes personalidades de diversas partes del mundo, y cerca de 400 asistentes, participaron en Kiev (Ucrania) en la “Cumbre Internacional: Ucrania – Vida. Dignidad. Victoria”, un espacio de reflexión para encontrar soluciones en favor del pueblo que sufre las consecuencias de la guerra.
La cumbre, llevada a cabo el viernes 9 de junio, fue organizada y patrocinada principalmente por Chalice of Mercy, una ONG con sede en Estados Unidos cuya misión es ayudar a Ucrania mediante la donación de suministros médicos.
Desde la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, Chalice of Mercy ha recolectado y enviado suministros y equipos médicos por un valor de 38 millones de dólares al país europeo.
Valentyna Pavsyukova, presidente y fundadora de Chalice of Mercy, de origen ucraniano, señaló en una conferencia de prensa que su país “actualmente sufre mucho y está pasando por el martirio”.
“La iniciativa de la cumbre se creó para encontrar una salida de la posición en la que nuestro país se encuentra”, sostuvo.
Algunos de los temas abordados en la cumbre son la protección de la vida y las familias, el problema demográfico, política familiar y seguridad nacional, ayuda a los niños y familias, etc.
Entre los líderes asistentes se encontraban Eduardo Verástegui, productor de cine y presidente del Movimiento Viva México, y Jason Jones, activista de derechos humanos y presidente de HERO y The Vulnerable People Project (VPP).
También participaron figuras como el historiador Joshua Charles, ex redactor de discursos de la Casa Blanca y autor de bestsellers, y Mons. Vitaly Kryvytskyi, Obispo de Kyiv-Zhytomyr (Ucrania), entre otros.
En su discurso del 9 de junio, Jones —cuya organización tiene voluntarios en la frontera entre Polonia y Ucrania que entregan alimentos, suministros y llevan a cabo misiones de evacuación—, aseguró que el legado de Ucrania “está siendo amenazado”.
Según el activista, los ucranianos “necesitan más que fronteras: necesitan autodeterminación, libertad genuina, la libertad que sólo viene con el Evangelio de Jesucristo, y la visión noble de la humanidad que le sigue de cerca”.
“Si bien las fronteras físicas son importantes, las fronteras culturales y espirituales son aún más importantes. Protegemos nuestras fronteras para preservar la vida, la cultura y la dignidad. Sus fronteras culturales y espirituales deben ser defendidas con la misma audacia y fortaleza con la que están luchando para defender a Ucrania de la agresión de Rusia”, añadió.