En la audiencia con los participantes en el XXVI Coloquio Ecuménico Paulino, el Papa subrayó que la iniciativa, que reúne a estudiosos de diferentes confesiones cristianas y culturas, permite superar las barreras de la desconfianza en el encuentro con el otro, favoreciendo «el diálogo entre puntos de partida diferentes, buscando un terreno común a partir de la Escritura»: que crezca el espíritu de fraternidad entre los creyentes