Consagrada descubrió su vocación hace 26 años en una JMJ y hoy lleva a 60 jóvenes a Lisboa

, 04 Ago. 23 (ACI Prensa).-
Uge Álvarez participó en la Jornada Mundial de la Juventud en París en 1997, siendo el inicio de su camino vocacional. Hoy, consagrada en el movimiento eclesial Regnum Christi, acompaña a un grupo de más de 60 jóvenes en la JMJ Lisboa 2023, en Portugal.

En entrevista con ACI Prensa, Álvarez expresó: “La Jornada del 97 en París fue muy importante para mí en mi camino de descubrimiento de Dios y de la posibilidad de ofrecer mi vida. Estoy muy ilusionada de poder acompañar a estos jóvenes”.

Según la consagrada, este evento siempre le hace“recordar a su primer amor, que es Jesús”. “Desde que lo conocí más de cerca, en el Regnum Christi, fui intuyendo que era como un tesoro escondido en el campo por quien valía la pena venderlo todo, con alegría”.

“No fue un camino rápido o fácil, pero hoy puedo decir que definitivamente ha sido eso y mucho más”, continuó.

Uge Álvarez es de nacionalidad venezolana, tiene 43 años. Cuando fue a la JMJ de París, tenía 17 años y estaba acompañada de un grupo del Regnum Christi de Venezuela.

Un año antes de la JMJ en Francia, Uge se había acercado al movimiento Regnum Christi en las misiones de Semana Santa.

“Después de la JMJ decidí que daría un año como colaboradora en el movimiento. Me enviaron a Buenos Aires, Argentina de 1998 a 1999. Al terminar ese año me consagré en 1999. Llevo 24 años como consagrada”, contó a ACI Prensa.

Los miembros del movimiento Regnum Christi son laicos, no consagrados, que donan un año o más de su vida a servir al apostolado a tiempo completo. Este tiempo también les sirve a muchos para discernir su vocación.

La consagrada contó que, cuando tenía 16 años, se había preparado para la Confirmación y que le marcó una frase que solían pronunciar durante su preparación: “Sean testigos valientes del Evangelio”. 

“Es difícil saber cómo ser testigo del Evangelio en tu propio ambiente. Cuando tienes 16 años estás en un ambiente, pues normal, ¿verdad? De mucha fiesta y de muchas cosas”, comentó.

La consagrada aseguró que la experiencia de la JMJ fue muy especial: Me permitió “descubrir a muchos jóvenes que eran normales, tan normales como yo. Me sentía en ese momento muy cerca de Dios y que vibraban por algo grande”.

Álvarez recordó el lema de la Jornada de 1997, “Ven y verás”, palabras que se encuentran en el pasaje del Evangelio según San Juan 1,35-47. En este pasaje, Juan el Bautista está en el desierto y se encuentra con dos de sus discípulos: Juan y Andrés. San Juan ve a Jesús pasar y dice: “Este es el Cordero de Dios”. Inmediatamente, sus dos discípulos siguen a Jesús y este les pregunta: “¿Qué buscan?”. Ellos responden: “¿Dónde vives?”. Y Jesús responde: “Vengan y vean”.

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