, 03 Mar. 23 (ACI Prensa).-
La Iglesia Católica pide a los fieles observar el ayuno y la abstinencia durante algunos días de la Cuaresma.
Estas son algunas cosas que se deben tener en cuenta al momento de llevar a cabo estas prácticas penitenciales.
¿Qué son el ayuno y la abstinencia?
El ayuno es la privación voluntaria de alimentos durante un periodo de tiempo determinado, mientras que la abstinencia consiste en la no ingesta de un alimento en particular.
En ambos casos, la Iglesia ha dispuesto algunas normas para su correcta ejecución.
¿Qué días se practican?
El Código de Derecho Canónico establece en el canon 1251 que “todos los viernes debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal”.
Además, señala que “ayuno y abstinencia se guardarán el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo”.
La ley vigente de la Iglesia también indica que se omite la abstinencia si el viernes coincide con alguna solemnidad.
¿Quiénes deben ayunar y practicar la abstinencia?
El Código de Derecho Canónico explica que “la ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años”, mientras que el ayuno debe ser vivido por todos los mayores de edad hasta los cincuenta y nueve años.
Sobre los menores de edad que no están obligados al ayuno y la abstinencia, la Iglesia sugiere que tanto los pastores de almas como los padres los ayuden a formarse en un “auténtico espíritu de penitencia”.
Además, aclara que la Conferencia Episcopal puede determinar el modo de observar estas prácticas, “así como sustituirlas en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad”.
¿Para qué sirve el ayuno?
Durante la Cuaresma de 2009, Benedicto XVI explicó que “el ayuno se nos ofrece como un medio para recuperar la amistad con el Señor”.
Tras recordar que en el desierto Jesús aseguró que “no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, el Pontífice manifestó que el objetivo del ayuno es “comer el ‘alimento verdadero’, que es hacer la voluntad del Padre”.
Además, recordó que el ayuno es “una ‘terapia’ para curar todo lo que les impide conformarse a la voluntad de Dios”.
Por su parte, el Papa Francisco explicó durante la homilía de Miércoles de Ceniza del 2023 que el ayuno es una «gimnasia espiritual para renunciar con alegría a lo que es superfluo».
El Santo Padre hizo hincapié en que el ayuno, así como la oración y la limosna, no se quedan «en gestos exteriores, sino que expresan quiénes somos verdaderamente».
Se pueden agregar más formas de ayuno y abstinencia
Sin dejar de cumplir las normas universales de la Iglesia sobre el ayuno y la abstinencia, los fieles pueden incluir en sus prácticas cuaresmales otras formas de penitencia.
En las “Memorias biográficas de Don Bosco” el santo salesiano sugirió ayunar de prácticas pecaminosas como ver imágenes contrarias a la virtud de la modestia, escuchar conversaciones que ofendan a la pureza o hablar mal del prójimo.
Seguir todas estas recomendaciones pueden ayudar a observar con provecho el ayuno y la abstinencia en este tiempo de Cuaresma.