Cómo San Blas salvó a una ciudad de la destrucción

, 02 Feb. 23 (ACI Prensa).-
El 3 de febrero la Iglesia Católica celebra a San Blas, el obispo y mártir del siglo IV conocido principalmente por ser el protector ante las enfermedades de garganta y por su amor por los animales.

Sin embargo, hay un episodio poco conocido y que lo vincula a la ciudad de Dubrovnik (Croacia), a la que salvó seis siglos después de su martirio en el año 316.

Era el 2 de febrero del año 971, fiesta de la Presentación del Señor. El día transcurría con normalidad. La única diferencia era que una flota de barcos venecianos estaba en el puerto. Sus tripulantes habían asegurado a la ciudad que su presencia era solo para cargar más suministros y de ahí zarpar.

Esa noche, víspera de la fiesta de San Blas, el P. Stojko, párroco de lo que hoy es el casco antiguo de Dubrovnik, daba un paseo hasta que vio que las puertas de la iglesia de San Esteban estaban abiertas. Al ingresar, vio a un anciano con cabello gris, quien se le presentó como San Blas.

“Vengo a advertirles de un gran peligro para la ciudad”, indicó. Los venecianos los estaban engañando, pues su intención era invadir y apoderarse de la urbe, que estaba comenzando a crecer y a convertirse en una amenaza para el poder comercial de Venecia. El sacerdote debía decírselo al ayuntamiento.

El párroco se apresuró en ir donde las autoridades con el mensaje de San Blas. De inmediato, las puertas de la ciudad fueron protegidas y sus pesados muros preparados para la acción. Al ver lo que estaba sucediendo, los venecianos cambiaron de opinión, abandonaron sus planes y siguieron navegando.

La fiesta de San Blas llegó horas después con la paz de Dubrovnik, tan segura como siempre.

Los ciudadanos inmediatamente nombraron a San Blas patrono de Dubrovnik. Lo llamaron por su nombre en latín, San Blasio, y cada año lo recuerdan con un gran festival el 3 de febrero.

Una iglesia en honor a San Blas

Además de proclamarlo patrono, los ciudadanos de Dubrovnik erigieron una iglesia en su honor. El templo original fue dañado por el gran terremoto de 1667 y destruido en un incendio de 1706.

La actual iglesia de San Blas fue construida en 1715 y, para mostrar que el incidente de 971 había quedado en el pasado, fue diseñada por Marino Gropellia, un arquitecto veneciano.

Además, hay varias reliquias de San Blas en Dubrovnik; entre estas están la cabeza, un brazo y una pierna, guardadas en relicarios de plata y oro asombrosamente elaborados, los que son llevados en procesión durante la fiesta anual.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en National Catholic Register.

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