, 23 Ene. 23 (ACI Prensa).-
La Iglesia Católica en Cuba celebra esta semana los 25 años de la histórica visita del Papa San Juan Pablo II, la primera de un pontífice cuando el país se acercaba a las cuatro décadas de régimen comunista.
Para las celebraciones, la Santa Sede ha enviado como representante del Papa Francisco al Cardenal Beniamino Stella, quien en 1998 era Nuncio Apostólico en Cuba y coordinó la visita papal que se desarrolló del 21 al 25 de enero.
Para ello, el Purpurado italiano permanecerá en Cuba del 23 de enero al 10 de febrero y presidirá una serie de eventos, como la Misa en la Catedral de La Habana mañana martes 24 a las 7:00 p.m. (hora local).
Al día siguiente, el Cardenal presidirá a las 8:00 p.m. la clausura de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, en una iglesia presbiterana de la capital cubana.
Otras de las actividades en las que participará el Cardenal Stella comprenden la Misa en el Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana el 27 de enero; así como la Eucaristía en el Santuario Nacional de San Lázaro y el encuentro con el mundo de la cultura en el Centro Cultural «Padre Félix Varela», ambos el sábado 28.
La conmemoración de los 25 años de la visita de San Juan Pablo II incluye también Misas en otras ciudades cubanas, como Matanzas, Cienfuegos, Santa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Guantánamo, Santiago de Cuba y Bayamo.
El 9 de febrero el Cardenal Stella tendrá un encuentro con los obispos en La Habana y al día siguiente regresará al Vaticano.
En un video publicado en Facebook, el Obispo de Ciego de Ávila, Mons. Juan Gabriel Díaz Ruíz, dijo que “las celebraciones de estos días no serán meramente de recordatorio de lo que sucedió hace 25 años, sino también quiere ser una renovación de la vida de nuestras comunidades”.
En ese sentido, animó a “volver a las enseñanzas que el Papa, durante todas sus celebraciones, encuentros y Misas, nos dejó sobre temas fundamentales de la vida de la Iglesia y del pueblo de Cuba”.
Mons. Díaz Ruíz dijo que esas enseñanzas “hoy tienen una actualidad maravillosa”, iluminan “lo que estamos viviendo y el camino que la Iglesia cubana quiere continuar haciendo”.