, 16 Ene. 23 (ACI Prensa).-
El Cardenal Vincent Gerard Nichols, Arzobispo de Westminster (Reino Unido), aseguró sus oraciones y pidió seguir rezando por los seis heridos en el tiroteo en el exterior de una iglesia católica en Londres, ocurrido la tarde del sábado 14 de enero, “especialmente por la niña cuyas heridas se reportan como graves”.
En un comunicado, el Purpurado expresó su agradecimiento al P. Jeremy Trood, párroco de la iglesia de St. Aloysius, cerca del centro de la capital inglesa, “por la forma en que ha manejado este durísimo y trágico incidente, en el que la Iglesia sirvió de refugio y lugar de recuperación para muchos de los presentes en ese momento”.
“Extiendo mi pésame y apoyo a la familia y amigos que se unieron para orar por las almas de sus seres queridos que habían muerto y que se han enfrentado a un acto de violencia escandaloso que ha dejado algunos heridos y todos angustiados”, concluyó.
En un comunicado difundido este 16 de enero, la Policía Metropolitana de Londres señaló que han arrestado a “un hombre de 22 años sospechoso de intento de homicidio”, la tarde del domingo 15 de enero.
La Policía Metropolitana recordó que recibió un llamado sobre la 1:29 p.m. (hora local) del sábado 14 de enero, por “informes de un tiroteo” en el exterior de la iglesia católica.
Al interior del templo de celebraba un funeral por Sara Sánchez, de 20 años, fallecida en noviembre de 2022 a causa de una leucemia, y por su madre, Fresia Calderon, de 50, que murió pocas semanas antes a causa de un coágulo sanguíneo al llegar desde Colombia.
Entre los heridos por el tiroteo, de acuerdo a las autoridades, se encuentra una niña de siete años, que “permanece hospitalizada en estado grave pero estable”.
En declaraciones recogidas por Sky News, el P. Jeremy Trood señaló que los disparos se produjeron cuando las personas salían de la iglesia para liberar palomas, un tradicional gesto de paz.
El P. Trood dijo que se encontraba “dentro de la iglesia y de repente hubo un gran estruendo y la gente volvió corriendo a la iglesia gritando y diciendo que se habían hecho disparos”.
“No hay palabras que puedan describir lo que sucedió y no puedo imaginar por qué alguien podría hacer algo así. Había cientos de personas en la iglesia saliendo. Fue un caos», expresó.
“La gente se refugió en la iglesia hasta que la policía dijo que podían irse, pero algunos estaban tan asustados que tuvieron que esperar un rato para recuperar la confianza para salir”, recordó.