El secretario general del Sínodo de los Obispos, en una intervención en la Academia Alfonsiana, destacó el aporte que una Iglesia capaz de “caminar juntos” puede ofrecer a una sociedad que enfrenta múltiples desafíos. En particular, resaltó cómo una Iglesia sinodal puede ofrecer “una actitud de escucha humilde y paciente” en el ámbito económico y del desarrollo.