En la experiencia ortodoxa, «el mal no tiene la última palabra» y «la fe en la Resurrección sirve de motivación para luchar contra la presencia del mal y sus consecuencias en el mundo». Así puede leerse en el texto escrito por el Patriarca Ecuménico con motivo de la Pascua ortodoxa que, según el calendario juliano, se celebra el domingo 5 de mayo, y del que informa hoy L’Osservatore Romano