El Observador permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra intervino ayer en la 55ª sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos, reafirmando la conexión entre el cambio climático y la escasez de alimentos en los países más pobres: «El auténtico desarrollo humano tiene un carácter moral, presupone el respeto a la persona».