Asís es baluarte de sencillez y paz gracias al testimonio de San Francisco, quien en la pequeña aldea de Greccio dio vida al primer pesebre como demostración de su amor a Jesús Niño. Hoy ese testimonio sigue como vela encendida para guiar a la humanidad sobre el verdadero sentido de esta época: la belleza de la sencillez y la ternura.