Mediante un Motu Proprio, el Papa León XIV deroga el artículo 8 de la anterior Ley Fundamental del Estado de la Ciudad del Vaticano, que permitía únicamente a los Cardenales ocupar la presidencia de la Comisión, cargo que actualmente ostenta la religiosa Raffaella Petrini. El Pontífice consolida así un cambio deseado por el Papa Francisco y resuelve un problema surgido a raíz de las crecientes y apremiantes necesidades de gobernanza.