León XIV recibe en audiencia al «querido hermano en Cristo» y recuerda los importantes avances de estos años en el ámbito del diálogo oficial entre la Iglesia católica y la asiria de Oriente. Profunda gratitud a los teólogos de la Comisión Mixta «sin los cuales los acuerdos doctrinales y pastorales no habrían sido posibles». Con el deseo de que los cristianos de Oriente Medio sigan siendo testigos del Resucitado, relanza el desafío de la plena comunión: no dominio, sino intercambio de dones.
