En el día en que se celebra la memoria litúrgica de san Juan Pablo II, el arzobispo emérito de Cracovia, el cardenal Stanislao Dziwisz, que fue su secretario personal, se detiene en la exhortación más recordada del Pontífice polaco, la del 22 de octubre de 1978, con ocasión de la Misa de inicio de pontificado. «En el mundo -dice el cardenal- hay muchos miedos e incertidumbres. El santo Papa ha mostrado la salida: confiar el destino del mundo y de la humanidad a Jesucristo».