En 2024, el gasto militar mundial alcanzó los 2,7 billones de dólares, mientras que el déficit de financiación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible se mantiene en 4 billones de dólares anuales. Por cada dólar invertido en la paz, dos se gastan en guerra. El arzobispo Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, declaró: «Cada aumento del gasto militar representa recursos que podrían utilizarse para construir una paz duradera».