«No estoy contento con lo que está sucediendo en Ucrania, pronto hablaré con Putin». Así comentó ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, el ataque masivo ruso que en la noche del sábado al domingo afectó especialmente a la capital ucraniana, Kiev, causando la muerte de cuatro personas, entre ellas un niño, y dañando algunos edificios gubernamentales