En la audiencia con un grupo de jóvenes, profesores y sacerdotes de Dinamarca, Irlanda, Inglaterra, Gales y Escocia, en Roma con motivo del Año Santo, el Pontífice subraya que la visita a los lugares donde los santos Pedro y Pablo testimoniaron «su amor a Jesús ofreciendo sus vidas como mártires» puede fortalecer la fe, «para que pueda ser compartida más fácilmente con los demás».