A los 98 años dejó su cuerpo un santo, el humilde fraile forjado en el rezo del Rosario. Luis Dri, el apóstol de la confesión, llegó a cardenal por su más popular confesado, Jorge Mario Bergoglio.
A los 98 años dejó su cuerpo un santo, el humilde fraile forjado en el rezo del Rosario. Luis Dri, el apóstol de la confesión, llegó a cardenal por su más popular confesado, Jorge Mario Bergoglio.