El Jubileo de 1700 también estuvo marcado por la muerte de un Pontífice. En efecto, Inocencio XII murió el 27 de septiembre, antes de que finalizara el Año Santo que había proclamado. Conmemorativa de aquella sede vacante es una moneda conservada en el medallero de la Biblioteca Vaticana: en el centro, la paloma del Espíritu Santo con el versículo del Evangelio de Juan: «No os dejaré huérfanos»