El Arzobispo de Nápoles aboga por una libertad evangélica que humaniza, frente al ruido y el consenso fácil. Advierte sobre la normalización de la guerra y llama a los sacerdotes a vivir cercanos al pueblo.
El Arzobispo de Nápoles aboga por una libertad evangélica que humaniza, frente al ruido y el consenso fácil. Advierte sobre la normalización de la guerra y llama a los sacerdotes a vivir cercanos al pueblo.