En las meditaciones escritas para el rito del Viernes Santo en el Coliseo esta noche, 18 de abril, presidido por el cardenal Baldo Reina; Francisco explica que el camino del Gólgota es el descenso de Jesús «hacia el mundo que Dios ama». Cristo, «clavado», se pone «en medio», «entre opuestos» y los lleva al Padre; su cruz «derriba muros», «establece la reconciliación».