Los nuevos vehículos serán utilizados por la Gendarmería, los Bomberos y otras necesidades del Estado de la Ciudad del Vaticano. La iniciativa se enmarca en el programa de desarrollo para la protección del medio ambiente “Conversión Ecológica 2030”, que entre otras iniciativas, incluye también la transformación del parque automotor en una flota de impacto cero en 2030.