En la sesión plenaria de Estrasburgo se aprobó la medida que introduce nuevas obligaciones para restaurar la biodiversidad en el 20% de las zonas terrestres y marinas a escala europea para 2030, y después en todas las zonas donde sea necesario para 2050. La propuesta, que había sido presentada por el Partido Popular, fue rechazada con 324 votos en contra, 312 a favor y 12 abstenciones.