En su reflexión previa a la oración mariana, el Pontífice nos recuerda que «el verdadero amor nunca llega hasta un punto determinado y nunca se siente satisfecho; el amor va más allá, no puede hacer menos».
En su reflexión previa a la oración mariana, el Pontífice nos recuerda que «el verdadero amor nunca llega hasta un punto determinado y nunca se siente satisfecho; el amor va más allá, no puede hacer menos».