Lima, 14 Abr. 23 (ACI Prensa).-
En el marco de la fiesta de la Divina Misericordia, que se celebra el 16 de abril, aquí puede encontrar 7 indicaciones que el Señor de la Divina Misericordia le dio a Santa Faustina Kowalska para descansar en su Sagrado Corazón.
La imagen de la Divina Misericordia extendida por todo el mundo es un Cristo resucitado con dos rayos que le salen de la altura del corazón. La religiosa polaca Santa Faustina Kowalska (1905-1938), gran propagadora de esta devoción, escribió en un diario lo que el Señor le fue revelando sobre este misterio.
En el numeral 299 de su escrito, ella señala que el Redentor le explicó que “el rayo pálido simboliza el agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas”. Más adelante, Cristo le dijo: «La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a mi misericordia” (numeral 300).
En varias revelaciones escritas por la santa, el Resucitado hizo un llamado a la conversión y a que se confíe en su misericordia, con la que incluso el más pecador podría salvarse. Asimismo, Jesús indicó sentir un gran deseo de derramar su compasión y llenar de gracias a las almas que acudan a Él.
El Señor de la Divina Misericordia dió 7 indicaciones prácticas a Santa Faustina para que aquel que se siente agobiado y desconsolado pueda descansar en su Corazón. Estas pautas se encuentran en el numeral 1685, y son las siguientes:
1. No valores demasiado ninguna cosa exterior, aunque te parezca muy preciosa.
2. Olvídate de ti misma y permanece continuamente conmigo.
3. Confíame todo y no hagas nada por tu cuenta, y tendrás siempre una gran libertad de espíritu; ninguna circunstancia ni acontecimiento llegará a perturbarte.
4. No prestes mucha atención a lo que dice la gente, deja que cada uno te juzgue según le guste. No te justifiques; eso no te causará daño.
5. Dalo todo a la primera alusión de petición, aunque fueran las cosas más necesarias.
6. No pidas nada sin consultarme. Deja que te quiten incluso lo que te mereces; la estima, el buen nombre; que tu espíritu esté por encima de todo esto.
7. Y así, liberada de todo, descansa junto a Mi Corazón, no permitas que nada turbe tu paz.