El nuncio apostólico en Siria se dirigió ayer de Damasco a Alepo para visitar los lugares y comunidades afectados por el terremoto: «Se pueden ver edificios devastados y respirar el miedo de la gente. Muchos me preguntan: después de las bombas, ¿por qué esto?». Llamamiento a escala nacional e internacional: será una prueba de humanidad para la comunidad internacional y dentro del país