Papa Francisco: Imiten a Santos Cirilio y Metodio para testimoniar cada día el Evangelio

VATICANO, 15 Feb. 23 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco invitó a imitar el ejemplo de los Santos Cirilio y Metodio para “testimoniar cada día el Evangelio” y difundir el “perfume de la caridad de Cristo”.

Así lo manifestó el Santo Padre este miércoles durante la Audiencia General, en la que describió cuál es “la clave del éxito” de la evangelización.

El Pontífice recordó la fiesta litúrgica de los Santos Cirilio y Metodio, “apóstoles de los eslavos y copatronos de Europa”, que la Iglesia celebra cada 14 de febrero.

En esta línea, el Santo Padre invitó a inspirarse en ellos para “dar testimonio del Evangelio cada día, difundiendo a su alrededor el perfume de la caridad de Cristo, que conquista los corazones para el bien”.

En febrero de 2019, el Papa Francisco pidió que el ejemplo de los Santos Cirilo y Metodio “nos ayude a todos a ser, en todos los ambientes de la vida, discípulos y misioneros para la conversión de los lejanos, así como también de los cercanos”.

Además, animó entonces a rezar a fin de que “su amor por el Señor nos dé la fuerza para sostener todo sacrificio, de modo que el Evangelio sea regla fundamental de nuestra vida”.

Santos Cirilo y Metodio

San Cirilo era monje y evangelizó Rusia. Además, fundó la literatura eslava, escribiendo textos litúrgicos como el Misal, el apostolario y otros libros litúrgicos en caracteres «cirílicos».

En el 863 se dirigió con su hermano Metodio a evangelizar Moravia. San Cirilo murió en Roma el 14 de febrero de 869. Es posible que haya sido obispo o que haya muerto poco después de su ordenación episcopal.

San Metodio sí llegó a ser ordenado obispo y desarrolló una incansable labor evangelizadora en Moravia, Bohemia, Panonia y Polonia. Fue luego Arzobispo de Vellehrad (Eslovaquia), donde fue apresado en el 870 a causa de la oposición del clero alemán.

También tradujo la Biblia a la lengua eslava. Falleció el 6 de abril del año 885 en Vellehrad.

San Juan Pablo II expresó en 2004 que “es imposible pensar en la civilización europea sin su herencia cristiana”.

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