Ortega no da tregua en Semana Santa: Expulsa a sacerdote y prohíbe tradiciones católicas

, 04 Abr. 23 (ACI Prensa).-
La dictadura de Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidente Rosario Murillo, no da tregua a la Iglesia Católica en Nicaragua y perpetra una serie de ataques durante la Semana Santa.

Sacerdote expulsado

Félix Maradiaga, ex preso político y ex candidato presidencial que fue deportado a Estados Unidos, informó a ACI Prensa que el 3 de abril, Lunes Santo, “la dictadura expulsó del país al sacerdote panameño Donaciano Alarcón”.

El P. Alarcón, que trabajaba en la parroquia María Auxiliadora de la localidad de San José de Cusmapa, en la Diócesis de Estelí, fue detenido por la policía tras celebrar la Eucaristía.

“Lo sacaron por la frontera de Honduras. Su ‘delito’ fue que en Misa pedía por la libertad de Monseñor Álvarez”, precisó Maradiaga.

Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa, fue condenado en febrero a 26 años y 4 meses de cárcel, acusado injustamente de traición a la patria.

Al no haber noticias de su paradero después de 40 días de la condena, el régimen lo mostró comiendo y conversando con sus hermanos en la cárcel “La Modelo”, en una escenificación que fue calificada como “repugnante y cínica” por Mons. Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua.

La Oficina de Comunicación y Prensa del Arzobispado de Panamá, informó que el sacerdote claretiano “se encuentra bien y seguro, después de su expulsión de Nicaragua”.

El sacerdote se entrevistó en Honduras con el P. Ismael Montero Toyos, superior de los Claretianos centroamericanos, quien habló de la situación del P. Alarcón, “y los misioneros qué aún se encuentran en territorio nicaragüense, la mayoría de ellos extranjeros”.

«Preferimos qué los expulsen a que los metan presos», dijo al respecto el P. Montero.

Según la información del Arzobispado de Panamá, el “padre Alarcón fue acusado de contravenir los decretos qué prohíben manifestaciones públicas en Semana Santa”.

Jóvenes perseguidos por la tradición de los “Cirineos”

También el Lunes Santo, la policía prohibió la tradición de los “Cirineos” en la localidad de Nindirí, departamento de Masaya. En ella se recuerda al Cireneo que ayudó a Cristo a cargar su cruz en su camino hacia el calvario.

“Nos empezaron a seguir como que fuéramos unos delincuentes y lo único que queríamos hacer es cumplir con una tradición religiosa y cultural que hemos tenido por varias generaciones”, indicó al diario Confidencial uno de los jóvenes afectados.

“La única intención de la policía sigue siendo atemorizar a la población y prohibir cualquier manifestación católica, porque tienen ira contra el pueblo que expresa su fe”, afirmó una pobladora de la zona al mismo medio.

En un video difundido en redes sociales se ve a un policía que advierte a un joven ataviado con su vestimenta de cirineo y portando una cruz. El agente le dice: “No puede salir con eso” porque “está prohibido”.

El joven cuestiona la prohibición y exclama en referencia a la localidad: “¡Este es Nindirí católico!”.

💥#URGENTE ⚠️Guardia sandinista de Nindirí al sur de Managua, amenaza a jovenes que intentaron hacer el recorrido de los tradicionales Cirenos, les amenazó:
«No podes salir con eso vos, yo solo les digo, yo solo les digo»
Bien le dijo el muchacho:
«Este es Nindirí Católico». pic.twitter.com/5zK0XFB45Q

— BOLETIN ECOLOGICO (@BOLETINECOLOGI) April 3, 2023

Vía Crucis acuático cancelado

El diario nicaragüense Articulo66 denunció también el Lunes Santo que el régimen de Ortega canceló la realización de un tradicional Vía Crucis acuático que se lleva a cabo desde hace más de 40 años la Diócesis de Granada, en el Gran Lago Nicaragua o Cocibolca.

El Vía Crucis no es sólo una tradición religiosa, sino una actividad turística que contribuye a la economía de la población local, especialmente los lancheros, que se ven afectados por esta prohibición.

El régimen de Ortega ha decidido realizar el Vía Crucis en el lago, pero sin un sacerdote que rece y dirija las 14 meditaciones en las respectivas estaciones.

Sacerdote impedido de volver a Nicaragua

Martha Patricia Molina, abogada e investigadora nicaragüense, denunció el 31 de marzo que un sacerdote fue impedido de volver al país centroamericano.

“El día lunes 27 Migración de Nicaragua impidió la entrada al país del sacerdote Néstor Mendoza, de la Congregación del Verbo Divino que realizaba funciones pastorales en la parroquia Palacagüina, diócesis de Estelí”, escribió Molina en su cuenta de Twitter.

Según señala el diario La Prensa, Migración de Nicaragua le dijo al P. Mendoza que su ingreso a Nicaragua estaba prohibido, sin precisar por qué.

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