Obispo advierte: Si no bautizas a tu hijo, le enseñas a vivir sin Dios

, 09 Ene. 23 (ACI Prensa).-
En el marco de su visita pastoral al Vicariato Apostólico de Reyes, el Administrador Apostólico de Pando (Bolivia), Mons. Eugenio Coter, presidió la Misa del 8 de enero en la capilla de las Hermanas del Carmelo y advirtió que, si no bautizas a tu hijo, le enseñas “a vivir sin Dios”.

En la Fiesta del Bautismo de Jesús, el Prelado animó a hacer memoria del propio Bautismo: “Hemos sido sumergidos en la muerte del Señor y hemos surgido con Él a una vida nueva”, indicó.

Al recordar que “nos han bautizado de pequeños y que no nos han preguntado si estamos de acuerdo”, comparó: “Cuando nos hacen un regalo, nos regalan, no nos preguntan si estamos de acuerdo”. 

Nos han regalado el Bautismo, insistió, “porque han pensado nuestros padres y nuestros padrinos que nuestra vida iba a tener una fortaleza más”. En el Bautismo, agregó el Administrador Apostólico, “nuestra vida es puesta en las manos de Dios”.

En ese sentido, cuestionó a quienes no bautizan a sus hijos para que decidan ellos cuando sean grandes. 

Al bautizar a un hijo, precisó, pones “su vida en las manos de Dios”. En cambio, si no lo haces “no estás enseñándole nada, le estás enseñando a vivir sin Dios, a vivir sin oración, a vivir sin Evangelio, a vivir sin Liturgia. Lo estás condicionando a vivir sin Dios”.

El Prelado llamó asimismo a reconocer “que hay un Padre que me ama” y a respetar esa relación, también respecto a los demás, con los hermanos, amados por el mismo Padre.

“Cuando no te reconozco como hermano, construyo confrontación, destrucción, competencia, imposición”, alertó el Prelado. Pero, al reconocerte, “vivo esta relación de respeto, de amor, de justicia, de colaboración, de camino, hasta de perdón”. 

Finalmente, llamó a vivir la dimensión del Bautismo como don y como gracia, en la que se refleja “la capacidad de vivir todos estos valores”. 

“Que el Señor nos ayude a no olvidarlo nunca y a meter este pedacito de absoluto que es Dios dentro la pequeñez de nuestra historia”, expresó Mons. Coter.

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