En la carpa instalada en la Plaza de los Mártires de Beirut para el encuentro ecuménico e interreligioso con León XIV, representantes cristianos y musulmanes se alternaron, destacando la necesidad de fortalecer la unidad nacional en el Líbano. El Líbano es una nación de coexistencia y pluralidad religiosa, lo cual enriquece la vida cotidiana. Las guerras artificiales en nombre de las religiones no expresan la verdad de la religión, que se fundamenta en la sacralidad del ser humano.