La oración a la Virgen María de una santa que tuvo “desposorio místico” con Jesús

Lima, 08 May. 23 (ACI Prensa).-
Cada 9 de mayo se celebra a Santa Luisa de Marillac, cofundadora de las Hijas de la Caridad junto a San Vicente de Paúl. Esta gran santa tuvo un “desposorio místico» con Cristo y compuso una hermosa oración a la Virgen María.

Entre las mujeres extraordinarias que tuvieron la experiencia del “desposorio místico”, con la entrega total de su alma a Cristo, se encuentran Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena y Santa Rosa de Lima.

De acuerdo a corazondepaul.org, sitio web de formación vicentina, la francesa Santa Luisa de Marillac alcanzó “este grado tan alto de contemplación” cuando visitaba las “Caridades”, grupos de mujeres que atendían a los enfermos y pobres.

Ella misma escribió que “en la santa Comunión me pareció que nuestro Señor me daba el pensamiento de recibirlo como a esposo de mi alma, y que aun esto era ya una forma de desposorio, y me sentí tan fuertemente unida a Dios en esta consideración que para mí fue tan extraordinaria”.

“Y tuve el pensamiento de dejarlo todo para seguir a mi Esposo y de mirarlo de aquí en adelante como a tal, y de superar las dificultades que encontraría como recibiéndolas en comunicación de bienes”, puntualizó.

Según el diario francés La Croix, Santa Luisa de Marillac también escribió una oración a la Virgen María. En ella, la Santa le pide a la Madre de Dios que le alcance de su Hijo varios dones, como la pureza de cuerpo y mente.

A continuación, la oración:

“Virgen Santísima, creo y confieso tu Santa e Inmaculada Concepción pura y sin mancha. ¡Oh Virgen purísima! Por tu pureza virginal, tu Inmaculada Concepción, tu gloriosa cualidad de Madre de Dios, alcánzame de tu querido Hijo la humildad, la caridad, una gran pureza de corazón, de cuerpo y de espíritu, una santa perseverancia en el bien, el don de la oración, una buena vida y una buena muerte. Amén”.

Pobre como Cristo

Santa Luisa (1591-1660) nació en París, Francia. A temprana edad quedó huérfana de madre. Se casó y tuvo un hijo. 

Luego de una penosa enfermedad, su esposo murió. Antes de esto hizo un voto de no casarse de nuevo y dedicarse a Dios. 

Conoció a San Vicente de Paúl, con quien emprendió una gran obra a favor de los más pobres. Ambos fundaron las “Hijas de la Caridad”, una sociedad de vida apostólica que permanece hasta nuestros días con numerosas obras misioneras y educativas.

Corazones.org, web de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, indica que San Vicente elogió a Santa Luisa por su amor por la pobreza, así como vivió Cristo. 

“Una y otra vez me pidió que le permitiera vivir en absoluta pobreza. Y en cuanto a la Congregación, siempre deseó que poseyera este espíritu”, expresó San Vicente.

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