La nación asiática ha sido nuevamente golpeada por fuertes ráfagas de viento y lluvias torrenciales que afectaron principalmente al norte del país: al menos ocho muertos y 1,4 millones de desplazados. El país aún sufre por el tifón anterior, que la semana pasada provocó más de 200 víctimas, y por el terremoto de octubre pasado. Caritas Filipinas está en acción para ayudar a la población afectada.