, 27 Ene. 23 (ACI Prensa).-
El P. Juan Carlos Constable, sacerdote jesuita que estudió con el Papa Francisco y que fue ordenado por el Beato Enrique Angelelli, falleció en la provincia de Buenos Aires (Argentina). La Diócesis de Añatuya agradeció su legado.
Su muerte ocurrió el martes 24 de enero a los 84 años, debido a un paro cardiorrespiratorio. La Misa exequial fue celebrada en el Colegio Máximo de San José, perteneciente a los jesuitas y ubicado en San Miguel, provincia de Buenos Aires.
La Diócesis de Añatuya, en el norte argentino, agradeció “por tantos años brindados en nuestra Diócesis en la parroquia de San José de Boquerón”, adonde llegó para reanudar la presencia jesuita en la región y permaneció durante 45 años.
“Con corazón agradecido recordamos al querido padre Juan Carlos, quien ya goza junto a Dios Padre de la plenitud”, expresaron desde la Diócesis en un mensaje.
Asimismo, agradecieron la entrega del sacerdote y la misión de los jesuitas en el norte argentino, donde «desarrollaron un gran servicio evangelizador y de promoción humana con la marca de San Ignacio”.
El P. Juan Carlos Constable nació en Catamarca el 30 de abril de 1938. Vivió luego en las provincias de Tucumán y Córdoba. En esta última realizó sus estudios.
En 1956, con 18 años, ingresó a la Compañía de Jesús. Fue compañero del Papa Francisco durante su formación en Filosofía y Teología, en las Facultades Superiores de San Miguel.
Luego estudió durante tres años en Santiago de Chile, fue docente en el Colegio y en la Universidad del Salvador.
Su ordenación sacerdotal fue el 19 de diciembre de 1970 en el Colegio Máximo de San José, en San Miguel, de manos del entonces Obispo de La Rioja, hoy Beato Enrique Angelelli.
Su ministerio lo llevó por los barrios de San Miguel, en la provincia de Buenos Aires, y luego el provincial de los jesuitas, P. Jorge Bergoglio, lo destinó a la Diócesis de Añatuya por pedido del Obispo Gottau.
También fue compositor y cantautor, con más de 40 canciones católicas de su autoría.
Fue asesor de organizaciones campesinas de Santiago del Estero desde 1981 hasta 1996, y del “Proyecto del Salado” del Obispado de Añatuya, para la capacitación de campesinos en el trabajo de la tierra.
Desde 1975, el sacerdote se instaló en San José del Boquerón, donde realizó tareas pastorales, de evangelización y promoción de los más necesitados..
Ante el reclamo de los pobladores, el P. Constable gestionó la restitución de la imagen patronal de San José, que estuvo durante casi 50 años en el museo de Santiago del Estero.
Permaneció en San José del Boquerón hasta 2021, cuando fue trasladado a la enfermería de la casa de los jesuitas en San Miguel, provincia de Buenos Aires.