, 30 Ene. 23 (ACI Prensa).-
Este lunes 30 de enero, la Oficina de Prensa del Vaticano informó que el Papa Francisco nombró a Mons. Roberto Francis Prevost (67), hasta ahora Obispo de Chiclayo en el norte del Perú, como nuevo Prefecto de la Congregación para los Obispos.
Con su nombramiento, el Obispo agustino, que también era hasta ahora segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, servirá además como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL).
Mons. Robert Francis Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, estado de Illinois (Estados Unidos). Fue ordenado sacerdote agustino en Roma el 19 de julio de 1982.
En 1984 fue destinado a trabajar en la misión de Chulucanas, en el departamento de Piura en el norte del Perú, administrada por los sacerdotes agustinos de la Provincia de Chicago.
Habla inglés, español, italiano, francés, portugués; y lee alemán y latín.
Un pedido al Vaticano sobre un milagro eucarístico
En los últimos años, Mons. Robert Prevost, Obispo de Chiclayo desde septiembre de 2015, se embarcó en el proyecto de pedir que el Vaticano reconozca formalmente un antiguo milagro eucarístico ocurrido en el norte del Perú.
El 2 de junio de 1649 en el pueblo de Santa Magdalena de Eten, en la Misa de la víspera de la Solemnidad de Corpus Christi, el Niño Dios se apareció en una hostia consagrada, algo que se repitió luego el 22 de julio del mismo año.
Si bien no se conservan las hostias en las que apareció el que sería llamado “Divino Niño del Milagro”, el Obispo de Chiclayo explicó en 2019 a ACI Prensa que “la historia, los datos, la devoción en la continuidad de estos 370 años está bastante documentada”.
“Lo que no se ha hecho es un estudio completo, pero sí algunas investigaciones. Nunca fue presentado al Vaticano para una aprobación formal de la Iglesia y en eso estamos ahora”, resaltó entonces el Prelado.
En septiembre de 2021, Mons. Prevost anunció el inicio de la “cruzada” para construir el primer Santuario Eucarístico del Perú y América en honor al Divino Niño del Milagro.
En contra de la pena de muerte y el abuso infantil
En abril de 2022 y en declaraciones a los periodistas locales, el Obispo de origen estadounidense, que sirvió en las diócesis de Chulucanas y Trujillo en el norte del Perú, resaltó la necesidad de defender siempre la vida.
Ante quienes pedían la pena de muerte para un hombre que violó a una niña, el Prelado destacó que “hay que estar siempre a favor de la vida en todo momento. Eso significa que como Iglesia nosotros enseñamos que la pena de muerte no es admisible, ni siquiera en un caso tan trágico como este. Hay que ver otras formas de buscar la justicia”.
Luego de rechazar la “castración química” como una pena para quienes abusan de menores, el Obispo señaló que “responder con algo que satisfaga el deseo de venganza no nos lleva hacia una altura de lo que es el ser humano y más bien nos hace bajar cada vez”.
Tras solidarizarse con la familia de la niña, el Obispo dijo que “el deseo de venganza se entiende, sale natural en las personas, pero esa indignación tiene que ser canalizada en reformas en la legislación, en la sociedad y en la formación de los jóvenes”.
En marzo de 2022, el Obispo, que durante dos sexenios fue prior general de los agustinos, inauguró un centro de escucha para la prevención del maltrato infantil.
Durante ese año se realizó además el proyecto “Promoción Social y Cuidado del Menor en la Diócesis de Chiclayo”, que contó con la ayuda de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
En junio de 2019, Mons. Prevost concedió una entrevista al diario La República, en la que señaló que la Iglesia Católica rechaza el encubrimiento o mantener en secreto los abusos sexuales de miembros del clero.
“Nosotros rechazamos el encubrimiento y el secreto, eso hace mucho daño, pues tenemos que ayudar a las personas que han sufrido por el mal actuar”, dijo entonces.
Al ser preguntado sobre si se debe denunciar una situación así, el Prelado resaltó que “creo que deberían hacerlo, si es que hay abuso contra un menor por parte de un sacerdote. Muchas veces era ‘cállate y no hables’, eso no se puede pedir”.
“De parte de la Iglesia queremos decirle a la gente que si hubo alguna ofensa, si sufrió o es víctima del mal actuar de un sacerdote que venga y lo denuncie, para actuar por el bien de la Iglesia, de la persona y la comunidad”, destacó.
En 2020, como Administrador Apostólico del Callao y Obispo de Chiclayo, trabajó para ayudar a los más necesitados a causa de la pandemia del covid-19.
En mayo de ese año y en declaraciones a la agencia italiana SIR, el Prelado explicó que con Cáritas Chiclayo se logró ayudar con plantas de oxígeno, alimentos y otros enseres a unas 27 mil personas.
“Profesar nuestra fe” y no “guardar silencio” ante el aborto y la corrupción
El 21 de junio de 2020, en una Misa que presidió en el Callao, el Obispo advirtió de la tentación de quedarse callados ante situaciones en las que está en juego algún tema fundamental.
“Una de las tentaciones más frecuentes puede ser quedarse en silencio cuando quizá se tendría que hablar, decir una palabra, hablar sobre el auténtico amor cristiano, sobre la importancia de la familia, sobre el matrimonio, sobre la vida, sobre la educación y la libertad”.
El Prelado destacó la necesidad de “profesar nuestra fe frente a las amenazas que vienen en la forma de pecados contra vida como el aborto, corrupción, robo, delincuencia, violencia, feminicidio y abuso infantil. Tantas veces nos encontramos en situaciones muy concretas donde tenemos que escoger, ¿vamos a profesar nuestra fe, vivir nuestros principios, a quedarnos en silencio y dejar pasar esas situaciones?”.
Además de Obispo de Chiclayo, Mons. Prevost fue Administrador Apostólico de la Diócesis de Callao entre abril de 2020 y mayo de 2021.
Ha sido miembro de la Congregación para el Clero desde 2019; y de la Congregación de los Obispos, desde noviembre de 2020.