Entre los testimonios más conocidos del sacrificio de Cristo figura el cartel que se colocó en el patíbulo con la inscripción «Jesús de Nazareth, rey de los judíos». Varios estudiosos han centrado sus investigaciones considerando que la tablilla de madera conservada en la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén es la auténtica realizada por Pilatos hace dos mil años.