Cercanía de Dios y profecía para el pueblo. Sobre estos dos puntos Francisco centró su discurso a los obispos de la Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo. Les recordó que la Palabra de Dios, “es un fuego que quema por dentro” y que “empuja a salir”. Y les dijo que “Dios desea construir en un mundo de perversión e injusticia”, de manera que “están llamados a seguir alzando su voz profética, para que las conciencias se sientan interpeladas y cada uno pueda ser protagonista»