Delegados de Estados Unidos y Canadá disciernen la acción del Espíritu Santo, la alegría del Evangelio, las personas cuyas voces faltan y los pasos a dar para ser una Iglesia más sinodal.
Delegados de Estados Unidos y Canadá disciernen la acción del Espíritu Santo, la alegría del Evangelio, las personas cuyas voces faltan y los pasos a dar para ser una Iglesia más sinodal.