De Irak a Lesbos: Francisco se convierte en peregrino de la paz en la cuenca mediterránea, donde la humanidad corre el riesgo de un «naufragio de la civilización». El Papa sigue acompañando al mundo hacia la lenta salida de la pandemia, con la oración y la encomienda a María, pero también con llamamientos a una distribución equitativa de las vacunas.