En un telegrama firmado por el cardenal Parolin y dirigido al arzobispo de Belgrado, Francisco asegura sus oraciones y condolencias por los tiroteos en la capital y otros lugares en los que murieron dieciséis personas.
En un telegrama firmado por el cardenal Parolin y dirigido al arzobispo de Belgrado, Francisco asegura sus oraciones y condolencias por los tiroteos en la capital y otros lugares en los que murieron dieciséis personas.