El arzobispo emérito de Cracovia, secretario de Wojtyla durante cuarenta años, se ha pronunciado sobre las recientes declaraciones de Pietro Orlandi, hermano de Emanuela, ciudadana vaticana desaparecida en 1983, acerca del supuesto comportamiento inapropiado del Papa polaco. El cardenal espera que el «penoso asunto» se libere de «depredaciones, mitomanías y chacales» y que «Italia sepa velar por el derecho a la buena reputación de los que ya no están».