El mensaje que ofrece la Tierra de los Cedros, a pesar de su sufrimiento, es de esperanza, encarnado por jóvenes que creen en la paz y por familias que no ven las diferencias de credo y acogen la ayuda cuando la necesitan. Esta tierra fue testigo de varios episodios de la vida pública de Jesús: aquí, la humildad, la confianza y la perseverancia superan cualquier obstáculo y encuentran el amor infinito de Dios.