Las voces y las esperanzas de tantos jóvenes que en las periferias del mundo han sido salvados de la droga, la violencia y el abandono gracias al amor recibido de extraordinarios servidores del Evangelio, han acompañado idealmente a la audiencia general en la plaza de San Pedro a dos sacerdotes «en primera línea» en estas delicadas fronteras: el pasionista Enzo Del Brocco y el «fidei donum» Renato Chiera.