La carta del cardenal prefecto Fernández confirma definitivamente la opinión negativa, propuesta por el obispo de Bayeux-Lisieux, sobre el fenómeno que involucró a la supuesta vidente Madeleine Aumont, ocurrido en los años setenta y relacionado con el proyecto de erigir una cruz luminosa de enormes dimensiones que garantizaría la remisión de los pecados y la salvación a quienes se acercaran a ella.