6 de cada 10 personas que acuden a Cáritas diocesana de Granada son mujeres

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Cáritas lanza la iniciativa “Ellas somos nosotras” para visibilizar las brechas de exclusión que sufren las mujeres a las que acompaña.

Las mujeres continúan siendo la población mayoritaria atendida por Cáritas. Según los últimos datos, Cáritas acompañó en 2021 en España a más de 13.834 mujeres en programas específicos relacionados con la mujer. Concretamente 330 mujeres han sido beneficiarias del Programa Mujer de Cáritas Diocesana de Granada, a través de sus proyectos de promoción “Caminando juntas”, “Esperanza”, Mujer Gitana y trabajo con mujer prostituida.

Seis de cada diez personas que acuden a Cáritas Diocesana de Granada en busca de ayuda son mujeres. Según el último Informe FOESSA, la exclusión social en los hogares encabezados por mujeres ha pasado del 18% en 2018 al 26% en 2021, un incremento que multiplica por 2,5 el registrado en el caso de los hombres. Más concretamente en Andalucía, la exclusión afecta al 37% de los hogares cuya persona sustentadora principal es una mujer, frente al 22% donde esa figura es un hombre. Esta brecha se agravada en los hogares monomarentales, dónde se suman las dificultades derivadas de la conciliación a la hora de acceder, mantenerse y progresar en el mercado laboral.

LAS TAREAS DE LOS CUIDADOS
Gracias al trabajo diario con miles de mujeres en situación de vulnerabilidad, Cáritas quiere conmemorar el Día Internacional de la Mujer con una llamada de atención sobre los retos pendientes para avanzar en el derecho de las mujeres a la igualdad y a una vida libre de todo tipo de violencia.

Entre esos aspectos, destaca el actual sistema de bienestar, que hace recaer sobre las mujeres las tareas de los cuidados. “La mayoría de las mujeres que acuden a los programas presentan cargas familiares y muchas no disponen de ingresos ni apoyo familiar, lo que condiciona la flexibilidad horaria y limita sus opciones en la búsqueda de empleo y acceso a la formación” explica Bienvenida Bueno, responsable de Territorios e intervención social. Esta realidad tiene graves implicaciones a nivel personal y social: menor independencia económica para decidir sobre sus vidas, menor acceso al ocio y la cultura y menor participación en la vida democrática de su comunidad. Además, son las mayores perceptoras de pensiones no contributivas al llegar la jubilación, por eso las mujeres mayores tienen mayor vulnerabilidad económica.

En relación con el empleo, ellas tienen peor tasa de paro y más dificultades para encontrar un trabajo digno e igualitario. La brecha salarial en la provincia se sitúa en el 15,6% y la tasa de paro en el 21,79% frente a 17,97% representado por los hombres. Los datos de actividad del Programa diocesano de Empleo así lo reflejan, el 75% de las personas que acuden al programa son mujeres. Miguel Ortiz, técnico de intermediación laboral del Programa de Empleo, incide en que “buena parte de los empleos más precarios recaen en la mujer, como el empleo doméstico, donde muchas realizan su labor sin los derechos y la protección que deberían tener, sin contrato ni alta en la Seguridad Social y en unas condiciones muy inseguras”. Se trata de un sector altamente feminizado que además carece del reconocimiento social que merece y que sitúa con frecuencia a las trabajadoras en situaciones de precariedad laboral y desprotección social.

IGUALDAD Y DIGNIDAD
La ratificación del Convenio y posterior aprobación del Real Decreto-ley 16/2022 que da lugar a modificaciones de distintas normativas relacionadas con el trabajo del hogar, ha supuesto un avance en el reconocimiento de derechos, sobre todo en la histórica reivindicación del acceso a la protección frente al desempleo. Pero se han quedado fuera otras reivindicaciones que habrían supuesto una verdadera equiparación de derechos laborales y de seguridad social, fundamentalmente todo lo relativo a las condiciones particulares que conlleva el trabajo de interna.

Bajo el lema “Igualdad y Dignidad – La precariedad laboral se escribe en femenino”, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente, formado por organizaciones de inspiración católica y congregaciones religiosas, entre las que se encuentran Cáritas, se une al constante llamamiento del papa Francisco para poner fin a las desigualdades de las mujeres en el mercado laboral y acabar con la brecha salarial y urge a que el trabajo que las mujeres realicen sea socialmente reconocido y goce de las condiciones laborales de un trabajo decente.

INICIATIVA «ELLAS SOMOS NOSOTRAS»
Con el objetivo de visibilizar las múltiples brechas y situaciones de exclusión que sufren las mujeres, Cáritas ha lanzado la iniciativa “Ellas somos nosotras”. A través de la voz de nueve mujeres líderes en su sector y comprometidas públicamente con la igualdad de oportunidades, la propuesta pretende dar a conocer a la sociedad la situación de vulnerabilidad que sufren las mujeres a las que Cáritas acompaña y cuyos derechos son vulnerados.

“Ellas Somos Nosotras” busca promover, además, la solidaridad económica con los programas de atención a mujeres de Cáritas en los que estamos presentes tanto en España como en otros países del mundo gracias a proyectos de cooperación fraterna con las Cáritas locales.

Bajo el hashtag #EllasSomosNosotras, esta iniciativa irá dando a conocer en redes sociales distintas realidades de exclusión que Cáritas acompaña dentro y fuera de España. Entre ellas, destacan la brecha digital, la precariedad laboral, el sinhogarismo y las violaciones de derechos que sufren las mujeres en las zonas afectadas por conflictos.

Cáritas diocesana de Granada

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